Guía práctica para crear productos promocionales que realmente transmitan la esencia de tu marca
¿De qué sirve invertir en merchandising si nadie lo usa?
Las empresas siguen regalando bolígrafos, tazas o bolsas, pero pocas logran que esos objetos comuniquen realmente su marca.
La diferencia entre un simple artículo promocional y un brand product está en su propósito, diseño y coherencia.
En este artículo te contamos cómo conseguir que tu merchandising corporativo no solo guste, sino que hable de ti cada vez que alguien lo usa.
⚠️ El problema: demasiados productos, poca estrategia
Cada año se fabrican millones de productos promocionales.
Muchos acaban olvidados en cajones o reciclados al mes siguiente.
¿Por qué? Porque fueron diseñados sin estrategia: sin entender a quién se destinaban, cómo se usarían o qué debían comunicar.
¿Te ha pasado que encargas productos para un evento y al recibirlos piensas “esto no representa a nuestra marca”?
Esa desconexión es más común de lo que parece. El merchandising mal planificado se convierte en un gasto, no en una inversión.
El objetivo de un producto corporativo no es solo estar personalizado: es ser relevante, funcional y alineado con la identidad visual y verbal de la empresa.
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💡 La solución: hazlo útil, bonito y coherente
Un producto solo comunica si cumple con tres principios esenciales:
1. Hazlo útil
El mejor merchandising es el que se usa y se ve.
Piensa en objetos que acompañen al cliente en su día a día: botellas reutilizables, libretas, textiles o accesorios tecnológicos.
Cada uso multiplica la exposición de tu marca.
2. Hazlo bonito
La estética importa. Si el diseño resulta agradable al tacto o visualmente atractivo, sobrevivirá.
Los productos bonitos se integran en el entorno, se recomiendan y se recuerdan.
El diseño debe hablar el mismo idioma que tu marca: tipografía, colores, materiales y estilo.
3. Hazlo coherente
Un producto puede ser útil y bonito, pero si no encaja con tu propósito de marca, se convierte en ruido.
Si tu empresa promueve sostenibilidad, opta por materiales reciclados.
Si hablas de innovación, busca acabados técnicos o soluciones funcionales.
La coherencia es lo que convierte un objeto en una extensión tangible del branding.
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🧩 Ejemplos que funcionan
Tazas corporativas con diseño propio
No solo sirven para el café de cada mañana.
Una taza bien diseñada refuerza la identidad visual de la empresa y genera cercanía emocional con el usuario.
Mochilas RPET o tote bags sostenibles
Los productos reutilizables comunican compromiso ambiental y proyectan responsabilidad social.
Packaging personalizado
El envoltorio también habla de marca.
Un packaging coherente con la identidad visual genera una experiencia de marca completa desde el primer contacto.
¿Tus productos comunican o solo llevan tu logo?
Es momento de transformar tu merchandising en una herramienta estratégica de marca.
